Animal es una serie española producida por Netflix. Cuenta la historia de Antón (Luis Zahera), un veterinario rural que se ve obligado a trabajar en una tienda de mascotas dirigida por su sobrina, Uxía (Lucía Caraballo), por sus problemas económicos. Aunque al comienzo se niega, la realidad lo empuja a ceder y empezar -a prueba- como veterinario de ese negocio de venta de productos y clínica para mascotas llamada Kawanda. Este malhumorado y sincero hombre deberá encontrar su lugar frente a los caprichos de los clientes y la absurda y falsa simpatía del lugar.
Se trata de una sitcom actual, no encerrada en pocos decorados, pero con esa estructura de personajes que van repitiendo siempre su comportamiento mientras que le aparecen diferentes situaciones graciosas. Algunos chistes son muy graciosos y otros son totalmente mecánicos. Aparecen algunos dilemas éticos y vamos conociendo poco a poco a Antón, que a pesar de su hostilidad sigue siendo una persona íntegra.
Lo gracioso de esta exitosa serie es que es probable que su público natural sea aquel del cuál la serie se burla: los neuróticos dueños de animales que depositan en sus mascotas todos sus conflictos y angustias. La serie un poco lo sabe y busca crear cierto equilibrio para reírse con ellos y de ellos a la vez. Al fin de cuentas el protagonista ama a los animales, aunque condene los disfraces y los demás objetos inútiles que las personas les ponen. Una comedia liviana, algo graciosa, con vuelo limitado y sin mucha tela para cortar a futuro. Un regalo extra es escuchar a los habitantes de La Coruña y los diferentes niveles de acentos entre el español y el gallego. Pero no es necesaria una serie entera para eso, claro.
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